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jueves, 29 de septiembre de 2016

UNA NUEVA GENEALOGÍA PARA LOS VELÁZQUEZ DE CUÉLLAR






LOS DESCENDIENTES DEL DOCTOR ORTÚN VELÁZQUEZ,  MARIDO DE COSTANZA GARCÍA.

Deslindada la biografía del Dr. Ortún Velázquez  en la entrada anterior, pasemos a desarrollar la descendencia del que fue corregidor de Sevilla, a partir del texto de Melchor Manuel de Rojas. Nuestro historiador del siglo XVIII pone en entredicho la genealogía de los Velázquez, construida por el cronista D. Josef Pellicer en el siglo XVII, sobre todo en lo relativo a la del Doctor Ortún Velázquez, casado con Costanza García. Está seguro de lo que dice porque Rojas tuvo el testamento de este Velázquez. Si lo hubiera tenido Pellicer habría hallado más luces y desengaño y sabría que los Cuéllar eran González igualmente, dice.

A partir del testamento del Dr. Ortún Velázquez, construye su árbol genealógico, sobre todo en lo referente a los que fueron sus hijos: Juan de Cuéllar, Pedro de Cuéllar, Ruy Sánchez, Francisco Velázquez y otros que no especifica (tal vez también una hija llamada Costanza, como su madre). Y de nuevo Rojas nos deja a medias al no desarrollar por completo ese y otros

para haber sacado mayor partido al testamento. Señalamos esto porque algún autor ha indicado que otro de los hijos del Dr. Ortún Velázquez fue también Gutierre Velázquez de Cuéllar. Posibilidad que toma fuerza de ser la correcta, habida cuenta de que las genealogías más allá del propio Gutierre Velázquez quedan puestas en entredicho. (9) Pero sobre todo porque en el testamento de Doña María de Toledo (año 1507), viuda del Licenciado Juan Velázquez, cita por su testamentario a su sobrino (sic) Juan Velázquez de Cuéllar, contador mayor de la reina, sin duda el de Arévalo, hijo de Gutierre Velázquez. Este dato confirma la genealogía que proponemos alternativa a la del cronista Pellicer. Se deduce que el Licenciado Juan Velázquez, marido que había sido de María de Toledo, y Gutierre Velázquez de Cuéllar, mayordomo de la reina viuda Isabel en Arévalo, fueron hermanos e hijos del Dr. Ortún Velázquez, aunque Rojas omita a Gutierre al hablar del testamento de este último.

En todo caso, el testamento del Dr. Ortún Velasco usado por Rojas ofrece garantías al ser cotejado hoy con otras fuentes. Coincide con citas de la Colección Documental de Cuéllar y con los datos aportados por el Marqués de Mondéjar (siempre para nosotros historiador fiable) en su Genealogía de la familia Segovia y otros manuscritos suyos en los que se fundamenta Trassierra. (10)

En concreto, Juan de Cuéllar, aún bachiller, aparece citado explícitamente como hijo del Doctor Ortún Velázquez en la nueva toma de Cuéllar, como señor de ella, de Juan de Navarra, en julio de 1439. (11) En el mismo documento aparece citado Pedro Velázquez, nombrado alguacil, esto es, oficial de justicia del nuevo señor. ¿Se trata de su hermano al que en Cuéllar nombran por el apellido de la familia y no como Pedro de Cuéllar? No vamos a complicar más las cosas con esta posibilidad. Solo la tendremos en cuenta. Lo cierto es que este documento, como decíamos, da credibilidad a que Rojas manejó el testamento del Dr. Ortún Velázquez y que los datos que extrae son fiables.

PEDRO DE CUÉLLAR. MUERTO EN JAÉN LUCHANDO CON LOS NAZARÍES (1456).

Pudo llamarse Pedro Velázquez, pero al salir de la villa para servir al rey Enrique IV, tal vez también antes a Juan II, empezó a ser nombrado como Pedro de Cuéllar. Los servicios prestados por su padre, el Dr. Ortún Velázquez de Cuéllar, le posicionaron bien para que entrara al servicio de estos Trastámara. Estos reyes buscaron en la baja nobleza y en los caballeros hijosdalgo gente más fiel y comprometida con su rey que la díscola alta nobleza con excesivas aspiraciones de poder. Además, Pedro de Cuéllar arriesgó asumiendo destinos en la entonces peligrosa frontera con Granada, tal vez con aspiraciones de ascender en la escala social.

Trassierra le propone erróneamente como padre de Cristóbal de Cuéllar, suegro del Adelantado Diego Velázquez, conquistador de Cuba. Trataba este historiador de constatar una sola familia en la villa con el apellido Cuéllar. Pero en estos siglos medievales cualquier cuellarano, de la familia que fuere, podría tomar como apellido el topónimo de su lugar de nacimiento, Cuéllar, dándose así origen a diferentes ramas con dicho apellido. Por regla general, cuando pasaban a residir fuera de la villa, como es el caso de Pedro de Cuéllar, que en principio pasaría a residir en Segovia, en la órbita de la corte.

Pero Trassierra nos proporciona otras informaciones valiosas, sobre Pedro de Cuéllar, obtenidas en  los archivos de Madrid: fue vasallo del rey Enrique IV, por los años de 1450, a su servicio como corregidor en ciudades de la frontera con Granada, en Murcia, Andújar y Jaén. Esto supone que Pedro de Cuéllar tenía cierta formación jurídica, no exenta de su carácter de militar como caballero de la frontera que fue. (11)

Había comenzado Enrique IV su reinado en 1454 dispuesto a seguir las guerras de conquista de Granada, y convocado cortes en Cuéllar para este fin. Aplicaría una estrategia, criticada, de campañas de desgaste, evitando siempre la confrontación directa con el ejército musulmán. En el verano de 1456, las crónicas dan testimonio de la aparición en el cielo durante muchos días de un cometa (luego llamado Halley). Fue interpretado como un mal augurio para el monarca. Solo lo fue, entre otros, para Pedro de Cuéllar. Durante la campaña contra el reino nazarí de Granada, un cuerpo de tropas, mandadas por Juan Manrique, Conde de Castañeda, sucumbió en una celada en el puerto de Torres, en Jaén. Hubo 400 muertos y el propio conde cayó prisionero. Mandaba las tropas de la ciudad de Jaén en esta emboscada su corregidor, Pedro de Cuéllar, que no pudo evitar, por más que lo intentó, que los 80 jinetes jiennenses abandonaran el campo de batalla, desertando. Él volvió con Juan Manrique y allí se dio cuenta de su muerte. Las crónicas recogen este hecho dedicando elogios al caballero de Cuéllar:

 

(…) E como los cavalleros de la gineta de la çibdat de Jaén, de quien traya cargo un caballero de Segovia llamado Pedro de Cuéllar, vieron los moros, volvieron luego a fuyr de tal manera que Pedro de Cuéllar, su corregidor, no los pudo detener; e como él era buen caballero e onbre fijodalgo, volvió con algunos pocos que con él quisieron volver, e allí fue muerto, e algunos de los que con él volvieron. (12)

 

Esta pérdida supuso un duro golpe para la mujer de Pedro de Cuéllar, Elvira Sánchez de Virués. Fruto del matrimonio, habían tenido un hijo y seis hijas. De las hijas quedaban cuatro solteras que tuvieron que encaminar su vida hacia el claustro. María Álvarez, Inés Osorio y Beatriz Virués en las clarisas de Rapariegos (anomalías de los apellidos por entonces, dice Trassierra, las tres lo llevan distinto y ninguna el de su padre). Costanza Velázquez, nombrada como su abuela, eligió el convento de Cuéllar. Tres documentos de la Colección Documental de Cuéllar hacen referencia a este hecho y citan a sus padres. A Pedro de Cuéllar difunto. En el año 1458, Costanza invierte 10.000 maravedíes, que le había dado su madre por su herencia, en tierras en el hoy despoblado de Muño Gómez y en Lovingos. Las mismas tierras que dona a la comunidad de monjas de Santa Clara al hacer su ingreso en esta congregación de Cuéllar. (14)

Halló Trassierra también el testamento de la viuda de Pedro de Cuéllar, Elvira Sánchez de Virués (año 1485 y codicilo de 1490). Ordenó que se la enterrara en San Francisco (de Cuéllar?) en la capilla de su padre. Manda sus ropas a sus hijas y mejora a Jerónimo de Virués, su hijo varón, el tercio de sus bienes. Cita también Trassierra otros tres documentos referidos a la renuncia de su legítima que hicieron las hijas aspirantes a entrar en el convento. En el primero de ellos, en Cuéllar a 7 de marzo de 1457, renuncia doña Costanza, hija de Pedro de Cuéllar, determinada a ser monja en Santa Clara, como hemos dicho. Llama la atención el elenco de los testigos de este documento: el licenciado Juan Velázquez (su tío Juan de Cuéllar), el bachiller Gutierre Velázquez y Sancho (Velázquez), su hermano. Sin duda sus parientes de la familia Velázquez en Cuéllar, los hermanos de su difunto marido, los más próximos y de confianza, llamados para ello.

***

 

Hemos hecho este ejercicio de genealogías, aunque le haya resultado complicado al lector, porque creemos que es este el método con que el historiador actual debe abordar estos árboles. Si damos por buenas las genealogías de los historiadores barrocos, copiaremos sus aciertos, pero también sus errores, y los tienen. Hoy tendríamos más medios para corregirlos y enmendarlos. Puestos en duda hasta los árboles del mismo Pellicer, no cabe sino hacer instantáneas de lo que damos por seguro y después, en otro nivel, tratar de ensamblar esas instantáneas.

La actitud crítica de Melchor Manuel de Rojas respecto al cronista Pellicer está fundamentada. Tiene los documentos necesarios para ello. Sus aportaciones nos han permitido recuperar otro personaje para la historia de Cuéllar: Pedro Velázquez de Cuéllar o, sencillamente, Pedro de Cuéllar, hijo del doctor Ortún Velázquez, cuya prometedora carrera en la órbita de Enrique IV,  se vio truncada con su muerte en combate en la guerra de Granada en 1456.

En relación a las familias cuellaranas, Pellicer fue el autor del Informe de la familia Velázquez, que fue impreso en el año 1649. (15) Es este informe al que Rojas critica por haber hallado en él algunas deficiencias cometidas por su autor, por no haber tenido, dice, los instrumentos apropiados en algunos casos (testamento del Dr. Ortún Velázquez).


9.- Colección de documentos inéditos para la historia de España. Vol. 18. Madrid 1851. Pág. 474. Doña María Enríquez casó con Gutierre Velázquez, Comendador de la Membrilla, hijo de Juan Velázquez, contador mayor, y de Doña María de Velasco, y nieto del licenciado Gutierre Velázquez de Cuéllar, que fue hijo del doctor Ortún Velázquez, corregidor de Sevilla en tiempo del rey D. Juan Segundo.
10.- Los datos que aporta la obra del Marqués de Mondéjar son los siguientes: Doña Ana Machuca, hija última de Pedro Machuca de la Plata y de doña Juana Sánchez de Segovia, casó dos veces. La primera con Gerónimo de Virués, hijo de Pedro de Cuéllar, vasallo del rey, Corregidor de Murcia, de Andújar y Jaén, de cuya muerte haze memoria Alonso de Palencia, en su crónica del rey Enrique IV, cap. 14; y de Doña Elvira Sánchez de Virués, que vivió hasta el año 1485, en que hizo su testamento a cinco de julio.
11.- Colección Documental de Cuéllar. Nº 416. Pleito homenaje de la villa de Cuéllar a Juan de Navarra como señor de nuevo de ella. 1439, julio 7.
12.- Gonzalo de la Torre Trassierra. Cuéllar. Pág. 163. Provisión despachada, año de 1453, en que manda el rey Enrique IV a Pedro de Cuéllar, su corregidor en Jaén y Murcia que haga pagar al Dr. Diego González de Toledo, su oidor y contador mayor, ciertas rentas que tenía en los dichos partidos. En 1455 el mismo rey manda a la ciudad de Andújar otra provisión, para que admita por su corregidor a Pedro de Cuéllar, su vasallo. Biblioteca Nacional. Manuscritos. Ms. D-162. (Signatura antigua). Consultó otros manuscritos de esta biblioteca que corresponden al Marqués de Mondéjar.
13.- Crónica anónima, vol. II, Pág. 60.
14.- Colección Documental de Cuéllar. Nº 575, Nº 577 y Nº 578.
15.- Memorial de la Casa y Servicios de Don Andrés Velázquez de Velasco, Caballero del Orden de Santiago, Conde de Escalante i de Tahalu, señor del estado de Villavaquerin i Sinova... En Madrid: [s.n.], 1649. [1], 26 h.