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martes, 29 de diciembre de 2015

EL PALOMAR QUE LINDABA CON LA TIERRA DE LA PRINCESA.

 

J. Ramón Criado Miguel

 

Sorprenderá al lector el título del presente trabajo, más cuando pretende ser histórico. El título es resultado, primero, de la casualidad: el hallazgo de una escritura local de compra-venta del siglo XVII en la que se cita a Dña. Josefa de Bazán y Castro como condesa de Castrollano. Tan distinguido apellido, descubierto en una escritura corriente, nos determinó a documentar a esta mujer con los medios con los que el investigador tiene hoy en día a su alcance. Este ejercicio nos fue deparando unos antecedentes familiares y personales entroncados en Cuéllar y en México, no exentos de sorpresas, pues, si bien, el primer documento utilizado se fecha en la villa, el relato resultante concluye en Mesina, en la isla de Sicilia, habiéndose pasado antes por la Nueva España y por la corte del Madrid de Felipe IV.  Es en la capital del reino donde vivía Dña. Josefa de Bazán, pero el escribano cuellarano, que relata la historia en primera persona, la conocía bien, por los argumentos que expresa. En conjunto, este relato es un ejemplo de microhistoria, ya que a partir del seguimiento de la vida de un personaje secundario, y que pasaría desapercibido en cualquier otro tratamiento de las fuentes, es presentado aquí para entender el mundo que le rodea.

El formato del relato que presentamos se inspira en Eduardo Galeano,  en su Memoria del fuego, trilogía en la que, a partir de pequeños cuadros, trata de de explicar la historia americana. Creemos que no es imprescindible tener conocimientos de historia para acceder a la nuestra. Lo que se ha pretendido ha sido buscar un formato distinto para hacer llegar la Historia al lector añadiendo matices literarios. Este objetivo queda a criterio del mismo juzgar si se ha conseguido. Por otro lado, la base documental en la que se apoya es importante y, por ello, el matiz histórico no lo ponemos en cuestión.

Cabe construir un texto paralelo desarrollando algunos de los temas a los que se hacen referencia en el relato. Se nos ha desaconsejado por su extensión. Detrás de cada uno de los personajes que se citan hay otra microhistoria más, y en alguna de ellas nos lleva la delantera la historiografía mexicana. (1)

                                                        
                               Mi gran monarca D. Felipe el cuarto, que Dios guarde…

Quedará resuelta una de las cuestiones menores que se plantea Balbino Velasco en su Historia de Cuéllar. Así, en la página 285, cita a Francisco Arcos, autor de una biografía del trinitario Simón de Rojas, editada en Madrid en 1670, quien afirma que el patronato del Convento de Trinitarios de Cuéllar había pasado a pertenecer al príncipe de Sans (Sanza), en el reino de Nápoles. Nuestro desaparecido cronista demuestra, una vez más, que se interesa y que pasa por todo lo que tiene que ver con la historia de la villa, y reprocha al historiador del siglo XVII que no aporte los documentos para sostener esta afirmación. Planteamos que es verosímil que Dña. Josefa Bazán y Castro, condesa de Castrollano y princesa de Sanza, establecida en Nápoles, se hiciera cargo del patronato del convento como familiar más próxima a las fundadoras del mismo. Sin embargo, desde que nuestra protagonista se mudó a Sicilia, su seguimiento, y el de su marido, se difumina y se nos pierde en los documentos.


Convento de la Trinidad, Cuéllar. A mediados del siglo XVII su patronato había recaído en el príncipe de Sanza, en el reino de Nápoles.
Sirvan estas palabras de introducción a nuestro relato que  comienza a continuación.

 

EL PALOMAR QUE LINDABA…

  Yo, Diego Velázquez de Figueroa, escribano del número de la villa de Cuéllar y su Tierra, por merced de D. Francisco Fernández de la Cueva, mi señor, Duque de Alburquerque, General de la Caballería de Flandes, Gentilhombre de su Majestad, mi gran monarca D. Felipe el cuarto, que Dios guarde. Digo que, como notario, quiero dejar constancia de que todo lo que aquí escribo es la verdad, que lo he sacado a la letra de papeles que obran en mi poder y que son de crédito y si alguno viniere en contrario le daré satisfacción. Mucho debo a mi vecino, D. Diego Bermúdez, que me pone al día de lo que pasa en la corte, que se cartea con D. Josef Pellicer, cronista del rey, y le visita en Madrid, donde estuvo este mismo verano. Solo me mueve la intención de dejar constancia y que se tenga memoria de lo que digo, y para ello lo guardaré en mis registros para que en el futuro tengan conocimiento de lo que voy a contar.

                                                                      ***

En la villa de Cuéllar, hoy jueves seis de diciembre del año de nuestro Señor de mil y seiscientos y cuarenta y seis, en las casas del susodicho escribano Diego Velázquez, parescieron dos vecinos del lugar de Gomezserracín para redactar carta de venta, ante mí y los testigos infraescriptos, de una huerta con su palomar:

Sépase como yo, Bartolomé Muñoz, vecino del lugar de Gomezserracín, por la presente vendo y doy en venta real por juro de heredad para agora y para siempre jamás a Francisco Muñoz, vecino de este lugar y procurador del sexmo de Navalmanzano, para que sea para él y sus hijos herederos y sucesores, y para quien después de ellos lo haya de haber, una guerta cerrada y un palomar, a do llaman Carra Santa Olalla. Linderos de una parte los ejidos del lugar de Gomezserracín y dicho camino de Santa Olalla y hacia cierzo tierra de Doña Jusepa de Bazán, condesa de Castrollano, que la trae en renta Juan Arranz, vecino de este lugar. En precio y cuantía de cincuenta ducados que por la dicha guerta y palomar me ha dado y pagado...

Distinguido lindero para tan modesto palomar: Doña Josefa de Bazán y Castro, de la hidalga familia de los Bazanes de Cuéllar, cuya azarosa vida ha ido ligada a la fortuna de la de sus dos maridos.

Como les digo, Doña Josefa ha mantenido los apellidos de su padre, D. Rodrigo de Bazán y Castro, que le dan más porte. Pues el Castro le viene de su abuela paterna María, hija natural del IV conde de Lemos. Y por Bazán, algún napolitano ha creído que es hija de D. Álvaro, el mismísimo Marqués de Santa Cruz. Pero ya les digo que Doña Josefa es Bazán por los de Cuéllar, que acabaron estableciéndose algunos en México o Nueva España, como la bautizó Grijalva, que si no de qué iba a tener esta señora una tierra lindera a vuestro huerto.

El padre de D. Rodrigo de Bazán y Castro fue Antonio Verdugo Bazán, que nació en México en 1543, de padres cuellaranos y descendiente de conquistadores, abuelo paterno por tanto de nuestra Doña Josefa. Don Antonio trastocó sus apellidos y pasó a llamarse D. Antonio Velázquez de Bazán porque anduvo, hace unos años, reclamando y pleiteando con el fiscal del rey, Don Felipe el segundo, por la herencia de su antepasado, el adelantado Diego Velázquez de Cuéllar, como pariente más propincuo de tan ilustre cuellarano, conquistador de Cuba y burlado por Cortés en la de Nueva España, que él había patrocinado. Alegó que era nieto de Isabel Velázquez, hermana del Adelantado.

Se concilió el pleito compensando a Don Antonio con cierta cantidad de pesos, situados en rentas de indios en México, y con un hábito de la orden de Santiago. En el lote, solicitó otro hábito para su hijo Don Rodrigo, pero se le contestó que ya había sido bastante. Regresó a Nueva España con un buen séquito de criados, muchos de esta villa, y también con el cargo de Alguacil Mayor del Santo Oficio de México, habiendo sido él el primero que lo ejerció y su hijo el segundo, porque lo heredó.



Teothiuacán, México. Pirámide del Sol vista desde la pirámide de la Luna. En este entorno tuvieron los Bazán una de sus encomiendas de indios en Nueva España.

                               
D. Rodrigo de Bazán y Castro, padre de Doña Josefa, pasó su vida a caballo entre México y Madrid, donde figuraba como vecino, pero administraba sus intereses en la Nueva España como los Alvarado, que tienen un molino en La Fresneda. Renunció a usar el Velázquez de apellido porque la herencia del Adelantado ya estaba saldada y solo de resultas le quedaron las encomiendas de indios en América y su cargo de Alguacil del Santo Oficio. Por eso decían: D. Rodrigo de Castro, que tiene indios en México y reside en Madrid. Esta querencia a permanecer en la corte le venía de su padre, D. Antonio Velázquez, que pedía prórrogas para disfrutar de sus rentas en América permaneciendo en Castilla, prefiriendo Madrid a Cuéllar. Alegaba estar enfermo de perlesía y gota perpetuas y se ponía, a mayores, los años que no tenía.

Y en Madrid casó D. Rodrigo, padre de la condesa, con la joven Juana de Vargas y Matallana, hija de Juan de Matallana, difunto, criado que fue del rey, y de Juana de Vargas. Que si no era de noble estirpe, aportó una buena dote. Casi cinco cuentos, que son cinco millones, de maravedíes. (Corría el año de 1604, que siendo yo niño recuerdo ver, desde el Castilviejo, el trajín por Carrasegovia de las gentes que acudían a Valladolid. Polvaredas por los arenales de Pinarejos y Sanchonuño. El duque de Lerma quería la capital del reino, y al rey, en la ciudad del Pisuerga).

A poco de casado, de mandado, le requieren a D. Rodrigo en Nueva España, dejando a su mujer y familia en Madrid y sin medios para sustentarse, que los cinco millones estaban en censos y no se cobraban los réditos. De poco le valieron para no volver a México sus alegaciones de ser recién casado, ni las influencias de su pariente el VII conde de Lemos, que las tenía, que fue, por los años que tocamos, protector de las literarias tareas de Miguel de Cervantes.

Entre idas y venidas, mandaron a Sevilla desde México, año del veintidós, la liquidación de bienes de D. Rodrigo de Bazán y Castro, que no es sino su fe de defunción. Se había comprometido con el nuevo virrey, Marqués de Gelves, en poner orden en el caos del virreinato y fue nombrado capitán de caballos de los encomenderos, alcalde Mayor y Capitán de Guerra y murió en ese empeño de acabar con los bandoleros.

Casó su hija Josefa Bazán y Castro, en 1626, con Luis Trejo y Gasca Salazar, de 17 años, XV señor de Grimaldo y de las Corchuelas, capitán de caballos-corazas, después Maestre de Campo de un tercio de españoles en Italia y Flandes y gran rejoneador. Pero dicen los papeles que se descasó de D. Luis. Como la Bazán no paría hijos y él fuera un redomado mujeriego, el tribunal de la Rota determinó la anulación del matrimonio sin haber cumplido los diez años de casados. El buen partido que fue para la de Cuéllar emparentar con un caballero noble y de título, que aquí de tanto no los había, terminó muy mal para ella.



Casó Dña. Josefa de Bazán con D. Luis de Trejo, capitán de caballos-corazas y gran rejoneador. María Eugenia de Beer. Rejoneo. 1643. Biblioteca Nacional.

Dicen, los que le conocieron, que era el primer marido de Doña Josefa Bazán un hombre sobre muy bizarro y lucido, temerario, y de los que solemos decir que son crudos. A la par que elegante, pues con solo quince años ya tenía cédula de Felipe IV autorizándole para vestir de seda y de colores, a pesar de lo que establecía la Orden de Santiago, de la que ya era caballero.

El 17 de abril de 1641 murió, desgraciadamente, D. Luis de Trejo en un duelo a espada con un caballero llamado Abarca. Había hecho que llegar de Milán, un mes antes, y el rey le había nombrado Gobernador de la Caballería de Andalucía. Había galanteado en Madrid, antes de partir para Italia, a una dama principal y de porte, viuda ella. Se llamaba Francisca de Ahedo. Esta dama, en su ausencia, se dejó festejar de D. Diego Abarca Maldonado, contador mayor de la Cruzada para rescatar cautivos. Con la venida de Trejo a Madrid, éste la quiso visitar de nuevo en su casa y lo hacía de cortesía. Le pidió Abarca a D. Luis, con todo comedimiento, que desistiera de aquel empeño. Y resolvió Trejo en que no había más remedio que el de las espadas. Así retados, y solos, salieron al Prado alto, donde D. Luis, sobrado de su experiencia, iba con ánimo de desarmar a su contrario al primer golpe; pero sucedió muy al revés de lo que pudo imaginar, pues al punto Abarca le atravesó de una estocada hígado y bazo: cayó Trejo mortal y Abarca le ayudó a levantarse y lo llevó a un convento próximo. Los amigos de D. Luis al punto le querían vengar, pero éste los contuvo por haber sido herido en buena lid. Era un caballero. Y allí murió, en manos de su madre, Doña María del Barco Gasca y Salazar, que, avisada, acudió a su encuentro. Dio el momento lugar a una emotiva imagen, que me imagino, como la Piedad que hay en el Hospital de la Magdalena.

De resultas de sus visitas a Francisca de Ahedo tuvo un hijo natural, llamado Luis Felipe, que se bautizó en Madrid en enero de 1642 y que sería, como su padre, capitán de caballos­-corazas y caballero de la orden de Santiago, y por las cuentas que nos echamos también hijo póstumo.

Rehizo su vida Doña Josefa casándose con D. Luis Orífice de Mendoza, conde de Castrollano. Noble segundón de Nápoles, educado por su madre a la española, que medró al amparo de la corona en la corte de Madrid. Él puso el porte y el título; ella una importante dote de doscientos mil ducados que condenaba a su hermana a profesar en el claustro de un convento. Ella era bien parecida; él un apuesto galán. Luis Vélez de Guevara le hace desfilar en El diablo cojuelo con la nobleza de Madrid: Allí va el Conde de Castrollano, napolitano Adonis. Allí se verá, yo lo tengo, que no lo supongo.

Luis Vélez de Guevara: Allí va el Conde de Castrollano, napolitano Adonis. El diablo cojuelo: el demonio levanta los tejados de Madrid. (Dibujo de la edición del siglo XVIII).



Vino a la boda en Madrid el hermano mayor del conde, Giovanni, o Juan, Orífice, príncipe de Sanza. Quería con ello alejar de sí las sospechas que sobre él se tenían de que andaba metido en una conspiración separatista napolitana, año 1636. No solo son catalanes y portugueses los que conjuran. Necesitado está nuestro rey de soldados y dineros. Que anda haciendo levas, como sabéis, también por estas tierras, en cada aldea lo que le toca. Que los dos quintados de Olombrada andan prófugos, que dicen que al rey la hacienda ya le dan, pero la vida la quieren para ellos y vivirla quieren en paz.

A día de hoy, sigue Doña Josefa gozando de algunas mercedes que les dieron a sus antepasados para compensarles sus esfuerzos en la conquista americana. Disfruta de encomiendas de indios en Atlapulco y Teotihuacán, nombres que nos suenan lejanos. Pero las rentas menguan si no estás sobre el terreno. No me consta que la condesa haya estado nunca en México, y si estuvo se volvió a la carrera con su marido.

Sobre los dineros que le llegan de Nueva España, la Concepción Francisca de Madrid, orden de monjas de su hermana, sor María de San José, ha reclamado los mil ducados anuales que los condes se obligaron a pagarle por escritura. Son más diligentes en cobrar sus rentas en la Tierra de Cuéllar, por medio de su administrador, que en cumplir con su hermana lo que le deben.

Anduvo por Madrid, en cuadrilla, el conde de Castrollano con otros napolitanos: Alonso Gaetano, duque de Lorenzana, el hermano de éste, Carlos, y otro que no recuerdo. Más amantes de la vida frívola de la Corte que del campo de batalla, se aprestaron, sin embargo, los cuatro a ir en el ejército del rey al socorro de Tarragona, asediada del francés, verano del cuarenta y uno. Y en otoño, de regreso en Madrid, que hubo en la Puerta del Sol toros y cañas, al acabarse el festejo, bajaba el señor D. Julián, hijo del Conde Duque, entonces valido del rey, con el conde de Grajal, D. Jerónimo de Vera, caballero de Calatrava, su asistente. Acertaron a bajar por las escaleras el duque de Lorenzana, su hermano D. Carlos y D. Luis Orífice, nuestro conde de Castrollano. Dijeron los tres napolitanos a D. Jerónimo de Vera, sin conocerle, algunas palabras sobre que bajase aprisa, por ser el tránsito estrecho. En llegando a la calle sacaron la espada el de Vera y el señor D. Julián con los de su séquito contra los italianos; hubo buenas cuchilladas que se apaciguaron en sabiendo unos y otros quiénes eran.


De regreso a Madrid, que hubo en la Puerta del Sol toros y cañas, al acabarse el festejo, bajaba el hijo del Conde Duque… (Cuadro de Juan de Lacorte. Museo Municipal de Madrid)

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Tengo que volver a tratar de su hermano, Juan Orífice, el susodicho príncipe de Sanza. Vuelto a Nápoles, el virrey lo encarceló un mes por un banal incidente de protocolo. Resentido, se refugió en Roma, donde, dicen algunos, tuvo inteligencia con el embajador de Francia sobre la entrega de Nápoles al francés. Fue capturado por secuaces del virrey y llevado de nuevo a Nápoles, donde se le juzgó sumariamente y se le condenó a muerte por alta traición. No en la horca sino decapitado, porque era noble. Y para ejecutar la sentencia andaban buscando a un carnicero. Así, tuvieron los napolitanos su propio Rodrigo Calderón, porque mostró el príncipe de Sanza tal dignidad en el patíbulo que atrajo la admiración de todos, provocando inesperados sentimientos de piedad. Fue en enero de 1640, en la plaza del mercado de Nápoles.

El conde de Castrollano, su hermano, haciendo un alarde de lealtad, se presentó, en Madrid, ante el rey para decirle que si no había verdugo en Nápoles, él serviría ese oficio. Esto dicen unos, que yo más creo que fue a pedir clemencia para su hermano, dudando al punto que fuera culpable de conspiración, cuando ya estaba bien muerto.

Hizo merced el rey nombrando al marido de Doña Josefa miembro del Consejo de Guerra y straticó de Mesina, en Sicilia, que es lo mismo que gobernador. Cargo muy honorable porque es esa ciudad la llave de la isla y el antemuro de toda Italia.


Grabado del puerto de Messina, Sicilia. Último destino conocido de Josefa de Bazán y Castro, condesa de Castrollano y princesa de Sanza.


Murió, entretanto, el sobrino de D. Luis, hijo de su hermano Giovanni, el degollado príncipe de Sanza, que era un niño. Heredó así el conde el título y mercedes, que las había restituido el rey, considerando la inocencia del decapitado. De esta manera, nuestra Doña Josefa de Bazán devino en ser la princesa de Sanza.

Se han mudado D. Luis de Orífice y Doña Josefa, llevándose toda su casa, desde Madrid, para tomar posesión en Sicilia de tan principal oficio del reino: straticó de Mesina. Allí siguen, a fecha de hoy.

(Os he resumido, cuanto he podido, las especies porque sean solo apuntaciones. Con más extensión me quedan para quien las necesite, con otras de varias clases. Y con esto que les digo, valga.)


Escudo de los Orífice: León de oro, coronado, portando una rama de laurel, con faja que lo cruza de izquierda a derecha.


***

P.D.: 1647. Siendo straticó de Mesina D. Luis Orífice, hubo sublevación en Sicilia por la subida de impuestos y levas de soldados, que sumado a las malas cosechas por la sequía y la hambruna consiguiente, motivaron el levantamiento en Palermo de Giuseppe de Alesi. Solo Mesina se mantuvo al margen, ya que el príncipe de Sanza era tenido en mucha estima por los de esta ciudad, pues veían en él a un napolitano que tenía a su mando tropas españolas, cosa muy poco común.

1648: Madrid, 10 de mayo, se celebran festejos y actos religiosos con motivo de la pacificación de Nápoles.

 

 

  FUENTES:

Archivo Histórico Provincial de Segovia: Protocolos notariales de Diego Velázquez de Figueroa, años 1645 y 1646.

Archivo General de Indias: PATRONATO,183,N.1,R.14 Expediente promovido a instancia de Antonio Velázquez de Bazán, nieto de Isabel Velázquez, hermana del adelantado Diego Velázquez, sobre que se le continuase pagando en España lo que gozaba como sucesor de las gracias concedidas a dicho adelantado. Compromiso entre el Rey y el dicho Antonio Velázquez de Bazán, por el que este se aparta -y a sus sucesores- de todos sus derechos y acciones, dándole anualmente 5000 pesos, situados en rentas de indios de Nueva España, cesando al mismo tiempo cuantas reclamaciones se pudiesen hacer a los derechos del citado adelantado.

Real Chancillería de Valladolid: Ejecutoria del pleito litigado por Juana de Vargas Matallana y Rodrigo Bazán de Castro, ausente en Indias, con Diego Jiménez de Caviedo, vecinos de Madrid. RE, Caja 2456,16. 14 de noviembre de 1606.

Francesco Savasta: Il famoso caso di Sciacca. Palermo 1843.

jueves, 28 de mayo de 2015

SANCHONUÑO


JUDIOS EN CUELLAR II
Incitativa a las justicias de Cuéllar para que a Diego Velas, tintorero, vecino de Cuéllar, judío converso, se le pague el justo precio por unos bienes que vendió por menos de su valor, al tiempo de marchar de estos reinos o se le restituyan aquellos, devolviendo él los maravedis recibidos y pagando las mejoras.-Consejo.
Posiblemente de 1494: ¿Judío converso de última hora arrepentido que vuelve a la Villa?
Archivo General de Simancas: RGS,LEG,148403,32


: RGS,LEG,149306,135

Al corregidor de Segovia que suelte ciertos judíos convertidos a nuestra fe, vecinos de Cuéllar, detenidos so pretexto de haber sacado moneda del reino. ya que esta prisión excede de lo ordenado en la carta que se le dio para que hiciese -solamente- pesquisa acerca de ello. A petición del duque de Alburquerque.-Consejo.

RGS,LEG,149306,145

Comisión al corregidor de Segovia, a petición de Fernán Gómez de la Cueva, vecino de Cuéllar, que reclama le sean desembargados los contratos y deudas que traspasó en él su hermano rabí Samaya o Zamaya su 'hacedor', al tiempo de la expulsión de los judíos, a tenor de lo dispuesto en la carta de 26 de febrero y cédula real de 6 de marzo de este año.-Consejo.


jueves, 21 de mayo de 2015

La guerra civil Española Parte 1

1936 hace solo cinco años comienza la joven república, tras las elecciones del 31, los partidos republicanos ganan las elecciones. Pero miremos antes de la república, tras el final de la dictadura de Antonio Primo de Rivera ya que Alfonso XIII ve que con la dictadura no le sirve así que decide hacer unas elecciones, de quita y pon, pero al final los partidos de izquierdas gana a los de derechas por un gran margen. Eso lleva a llegar a la segunda república.

Alfonso XIII intenta conseguir que no lleguen al poder pero los generales y banqueros no le dan dinero ni tropas, ya que estaban pasando de el rey. Así que Alfonso XIII tiene que huir a Francia, nunca volverá.

14 de Abril de 1931 la república ha nacido con gran ideas de hacer una España nueva, moderna y liberal, pero también costará porque España está dividida entre los de derechas e izquierdas.

Los creyentes son perseguidos y muchas iglesias y conventos son dañados o quemados por los sindicatos anarquistas como C.N.T F.A.I. Pero también empieza una época de reformas, como la reforma agraria o la educativa. La reforma educativa es crear una educación laica.

Mientras que el resto de Europa esta temblando. Italia es fascita, Mussolini llega al poder. Todo comienza con sus brigadas fascistas y luego con la marcha a Roma.

Continuará en la Parte 2.

BIENVENIDO A MICRO HISTORIAS DE ESPAÑA

BIENVENIDO A MICROHISTORIAS DE ESPAÑA
En este blog encontrarás historias pequeñas y momentos simbólicos de España que han ocurrido durante su existencia.

Publicaremos una vez a la semana como mínimo, si lo vemos necesaria iremos aumentado el número de entradas por semana.

Espero que les guste este blog y comenten si quieren alguna reportaje que usted quiera ver en este blog.

Un cordial saludo,

-Reporteros del blog.


(Con estas palabras inauguraron mis alumnos la existencia de este blog en mayo de 2015. Dormido en el letargo durante varios meses, tomo yo ahora las riendas. Gracias chicos).