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domingo, 28 de febrero de 2016

Microhistoria: dos o tres cosas que sé de ella. (Carlo Ginzburg)







De Raymond Queneau, de su novela Les Fleurs bleues (París 1965).
Hablan el duque de Auge y su capellán:
-¿Exactamente qué queréis saber.?
-Lo que piensas de la historia universal en general y de la historia general en particular. Te escucho.
-Estoy bastante cansado –dijo el capellán.
-Ya descansarás más tarde. Ahora, cuéntame, este Concilio de Basilea, ¿es historia universal?
-Pues sí: es historia universal en general.
-¿Y mis pequeños cañones?
-Historia  general en particular.
-¿Y el matrimonio de mis hijas?
-Desgraciadamente historia événementielle. Microhistoria a lo sumo.
-¿Historia qué? –gritó el Duque de Auge-. ¿Qué demonios de lenguaje es éste? ¿Qué día es hoy? ¿Pentecostés?
-Le ruego me disculpe, señor. Ya ve, son los efectos del cansancio.








viernes, 19 de febrero de 2016

LOS LÓPEZ DE CÓRDOBA HENESTROSA EN CUÉLLAR, SEGOVIA. (PARTE I)


Entre los linajes de más renombre en Cuéllar hallamos a la familia López de Córdoba Henestrosa, más comúnmente conocida como la de los Henestrosa, Hinestrosa o Inestrosa, que de las tres maneras nos la encontramos escrita.(1) Su establecimiento en la villa data de la primera mitad del siglo XV, era oriunda de Córdoba como la de los Rojas,   y   según   Melchor   de   Rojas   fue   Ruy   González   de   Henestrosa   y   Córdoba, maestresala de Juan II, el primero en establecerse aquí. Esta familia no ha dado personajes que hayan trascendido de la historia local, pero su importancia en la política de la villa fue constante y destacada a lo largo de los siglos desde los cargos que ocuparon, bien en el Regimiento o por los servicios que prestaron a los Duques de Alburquerque, o en la corte como maestresalas de diferentes monarcas.

Curiosamente ha sido una mujer perteneciente a este linaje la que, sin pretenderlo, ha pasado a ocupar en la memoria histórica un lugar más destacado que los varones de su familia. Me refiero a Isabel de Zuazo, mujer de Martín López de Córdoba Henestrosa, que acumuló durante su vida un buen conjunto de bulas y otras prerrogativas en papel con las que se hizo enterrar, habiendo custodiado y conservado, desde su sepulcro en la iglesia de San Esteban, tan interesante legado durante casi quinientos años.



Bula de cruzada de Isabel de Zuazo.



Ahora, por pura casualidad de la investigación, en archivos de fuera de la villa, hemos encontrado el testamento  de su marido, D. Martín López de Córdoba  Henestrosa, enterrado junto a su mujer en las extraordinarias sepulturas del lado de la epístola en dicha iglesia de San Esteban. Este testamento es un documento extenso, prolijo en detalles e interesante para la historia de Cuéllar. Fue otorgado el 14 de enero de 1523 ante   el   escribano   Diego Zorrilla. No   tengo constancia de que lo hayan utilizado historiadores contemporáneos; sí de que lo conoció y usó D. Melchor Manuel de Rojas para la redacción de sus Apuntaciones de la villa de Cuéllar. Con la aparición de este documento parece como si su otorgante, el marido de Isabel de Zuazo, reclamara su parte de protagonismo, eclipsado por el de su mujer. Al fin y al cabo, él pagó algunas de esas bulas que adquirió para sí mismo y para algunos de sus antepasados.



 LOS ORÍGENES: LEONOR LÓPEZ DE CÓRDOBA.

En su origen, los López de Córdoba y los Hinestrosa son dos familias distintas que tuvieron en común la fidelidad acérrima al rey Pedro I, por lo que nos remontamos a mediados del siglo XIV. Dos familias pertenecientes a la nobleza de tipo medio, unidas entre sí por vínculos matrimoniales y dueñas de importantes cargos en la Corte desde mediados de dicho siglo. La extrema fidelidad de Martín López de Córdoba y de Juan Fernández de Hinestrosa a Pedro el Cruel, para ellos el Justiciero, dejó a ambos linajes en una situación lamentable tras la instauración de la dinastía Trastámara pues algunos de sus   miembros acabaron en el patíbulo y los restantes fueron encarcelados y despojados de sus bienes, como les suele suceder a los perdedores de las contiendas civiles. Con solo siete años, Leonor López, había sido obligada a estar presente en la ejecución de su padre en Sevilla. Solo tras la muerte de Enrique II los miembros de estas familias pudieron iniciar una nueva andadura. Era sólo el principio de una difícil etapa en la que intentaron recuperar al menos una parte de la fortuna y del poder perdido.

La relación entre los López de Córdoba y los Hinestrosa se había reforzado gracias al matrimonio entre Ruy Gutiérrez y Leonor López, hijos de Juan Fernández de Hinestrosa y de Martín López de Córdoba, respectivamente, que serían los antepasados directos de los Henestrosa y Córdoba establecidos en Cuéllar.

Los avatares y desgracias de la familia Córdoba Hinestrosa, , en los años siguientes al asesinato de Pedro I por parte de su hermano Enrique en 1369, los conocemos por la narración directa de la propia Leonor López de Córdoba. Relato escrito por ella o por un escribano a su dictado, en todo caso extraordinario por tratarse de la biografía de una mujer de la España medieval. Señala cómo su marido, Ruy Gutiérrez de Hinestrosa, muerto Enrique II, reclamó lo que por amnistía le correspondía recuperar de sus bienes, pero que no  obtuvo estado ni manera para conseguirlos y así perdiose mi marido y anduvo siete años por el mundo como desventurado, que no halló pariente ni amigo que le quisiera ayudar.

La suerte de Leonor cambiará con el enlace matrimonial entre Catalina de Lancáster (2) y Enrique de Trastámara. La nueva reina era hija de Constanza de Castilla, una de aquellas infantas con las que había vivido Leonor años atrás y su madrina, hija de Pedro I. Él era hijo del entonces rey Juan I de Castilla y nieto de Enrique II. Con este enlace entre los nietos de los otrora hermanos enfrentados, Pedro I y Enrique II, se intentaba cerrar una profunda herida dinástica y sellar una paz que se deseaba fuera duradera. La reina Catalina, viuda desde 1406, reclamó a la antigua amiga de su madre para que formara parte de su corte. También su hija, Leonor López de Hinestrosa, entraría en la corte como dama de compañía de la reina. Fue durante los años de regencia de Catalina cuando Leonor tuvo mayor protagonismo como Camarera Mayor, consejera y amiga de la reina.
Escudo de Catalina de Lancaster, fundido con el del rey de Castilla, en un capitel del claustro del Monasterio de Santa María de Nieva (Segovia) que ella fundó en 1393. 



Leonor vivió de primera mano el enfrentamiento entre los dos tutores del pequeño Juan II, su propia madre y su tío, el infante Fernando de Antequera, a la sazón también señor de Cuéllar. (3)

Hasta 1412, con altos y bajos, Leonor López de Córdoba acaparó gran poder en la corte y contrarrestó al de Fernando de Antequera. Otra dama de compañía introducida en el círculo de la reina y amiga suya, Inés de Torres, acabó desplazando a  su patrocinadora Leonor, que terminó desterrada en Córdoba con la prohibición de acercarse a la Corte y con la eliminación de sus parientes de los cargos de confianza. A partir de este momento y   hasta   su   muerte,   acaecida alrededor de 1430, las noticias sobre Leonor López disminuyen. Durante su tiempo de privanza con la reina regente Catalina de Lancáster Leonor López de Córdoba recuperó parte de la riqueza perdida y ayudó a su familia y amistades. Así consiguió que su marido fuera regidor de la ciudad de Córdoba, no obstante del distanciamiento entre los dos cónyuges que se aprecia en la documentación. Esta mujer tan singular pasa por ser la madre del primer Henestrosa asentado en la villa de Cuéllar, pero en honor a la verdad hay que decir que ni en sus Memorias,  escritas hacia 1404, ya con cuarenta años, ni en su testamento, otorgado en 1423, cita como hijo suyo a ningún Rodrigo o Ruy, nombre propio del primer Henestrosa en la villa. Es por esta razón que algunos historiadores cordobeses no tienen constancia o no consideran la presunta rama de la familia Henestrosa establecida en Cuéllar. (4)

Con lo dicho se nos plantea una duda razonable para asegurar que sean Leonor López y Rodrigo Gutiérrez de Hinestrosa los padres del primer Henestrosa en Cuéllar. Encontrar argumentos para que este hijo Rodrigo no aparezca citado en el testamento de la madre puede resultar fácil. Se puede suponer que este hijo ya había fallecido o había habido un distanciamiento o ruptura entre madre e hijo, como había sucedido con el padre. Que no lo cite en sus Memorias,  escritas ya en la madurez de Catalina López, deja el asunto abierto al debate.

Sin embargo, las genealogías de los Henestrosa de Cuéllar recogen como antepasados suyos a Leonor López de Cuéllar y a Rodrigo Gutiérrez de Hinestrosa. Es en este punto donde se abre otra disyuntiva: saber si el primero de esta familia en Cuéllar fue Ruy López de Córdoba Henestrosa, marido de la cuellarana Urraca Alfonso de León, o Ruy González de Henestrosa y Córdoba.
                                      Escudo de los López de Córdoba Henestrosa, Cuéllar.





 

EL ESLABÓN PERDIDO: EL PRIMER HENESTROSA EN CUÉLLAR.

Como decíamos al comienzo, y según afirma Melchor Manuel de Rojas, el primer Henestrosa que se estableció en Cuéllar fue Ruy González de Henestrosa y Córdoba, pero  sin decirnos   en qué  fecha, con  lo que   poco nos  ayuda. Solo apunta que fue maestresala del rey Juan II y que se enterró en el Convento de San Francisco de la villa.

No es la primera vez que Rojas utiliza como fuente histórica el lapidario de los sepulcros de las diferentes parroquias y conventos de la villa. Cree que es el mismo que estuvo a las órdenes de Fernando de Antequera en las conquistas de Zahara y Antequera.

Respecto a la toma de la primera en el año 1407 nos remite, como hombre leído y erudito que era, a la  Historia  de D.  Juan II,  donde, efectivamente, este Henestrosa aparece como capitán de la artillería ligera: Ruy González de Henestrosa que tome cargo de llevar los dieciséis truenos, e de las carretas, e bueyes, e hombres que los han de llevar, que son menester cincuenta. (5)

Es por esto que lo considera como hombre de armas además de haber tenido empleos distinguidos en el entorno de la corte como maestresala y en la órbita del servicio del infante Fernando de Antequera, señor de Cuéllar, lo que justificaría su establecimiento en la villa. No nos dice con quién estuvo casado.

Tampoco Rojas,  por la documentación que él posee, dice  nada de los antepasados cordobeses de Ruy González Henestrosa. Solo que esta familia es oriunda de Córdoba, sin más.

Sigue la línea en Cuéllar  Ruy López de Henestrosa, hijo de Ruy González, según Rojas, y para  otros   genealogistas  el  primer  Henestrosa en la  villa, saltándose  una supuesta generación. Casó en Cuéllar con Urraca Alfonso de León, hija única de Lope Alfonso  de   León,   por   lo   que   el   Patronato   del   Convento   del   Pino   recayó   en   este matrimonio y en su descendencia, según consta del testamento del nieto de ambos, Martín López de Córdoba Henestrosa. Rojas lo localiza en un documento del Hospital, año 1430, que cita a Sancho Fernández, mayordomo de Ruy López, Maestresala. (6)

Es con este empleo de Maestresala con el que aparecen los primeros Henestrosa en Cuéllar, aunque Rojas se equivoca al señalar los reyes con lo que lo fue cada uno. El Maestresala era un criado del rey que se ocupaba de la distribución de la comida y de probarla para prevenir envenenamientos. El provecho de este oficio no estaba en el salario, sino en las mercedes que al Maestresala se le hacían. Servían por semanas. Este oficio sería compatible con los que todos desempeñaron en el Regimiento de la villa.

Hijo y sucesor de Ruy López fue Gabriel López Henestrosa, casado con Juana García de   León   o   de   Valderrábano,   padres   de   Martín   López.   Gabriel   fue   Maestresala   de Enrique IV,  según Rojas, y  está  enterrado   en  la  iglesia  de San  Esteban  con   otros descendientes.

El rastreo de estos primeros Henestrosa en la monumental Colección Documental de Cuéllar es complicado porque no se los cita con los apellidos más representativos del linaje, sino con el de López, lo que al ser tan común dificulta su seguimiento.

El documento de dicha Colección que no ofrece dudas que esté relacionado con los  Henestrosa en Cuéllar es el fechado en el año 1456. Se trata de la compra del molino situado en la Puente de Gómez Sancho sobre el río Cega, esto es, en el puente del Camino de Arévalo, hoy carretera de Arroyo. El vendedor  fue Alonso del Campo, escribano de Cámara y contador, y el comprador Gabriel López, hijo del maestresala de Juan II Ruy López. El lote incluía una importante porción de tierras entre el Cega y el Cerquilla como se detalla en el testamento de Martín López de Córdoba y que será la hacienda más importante sobre la que fundará su mayorazgo, como veremos en la segunda parte de este trabajo.

Sepulcro de  Martín  López de  Córdoba Hinestrosa y  de Isabel Zuazo, su mujer. Primer tercio del siglo XVI.
Iglesia de San Esteban, Cuéllar, Segovia. 


HERÁLDICA DE LOS HENESTROSA.

 En el aspecto de la heráldica y la genealogía, llama la atención que Melchor Manuel de Rojas (1763) haga referencia en dos ocasiones en sus  Apuntaciones   de   la   villa   de Cuéllar a que los Henestrosa, oriundos de Córdoba, descendían de los antiguos Señores de Vizcaya. Una de estas referencias la hace en el campo de la heráldica al afirmar D. Melchor que “cinco leones forman el escudo de los Henestrosa, que antes en lugar de ellos ponían tres fajas y dos lobos, que eran (y mucho después) Señores de Vizcaya”.

Esta filiación a dicho señorío se había conservado en la memoria y en los papeles de la familia, porque no hay que olvidar que los Rojas son también Henestrosa ya que el primer miembro de la familia en Cuéllar, Gómez de Rojas, casó con Dña. María de Torres Henestrosa, hermana de Martín López de Córdoba Henestrosa, marido de Isabel de Zuazo.

Los Henestrosa tomaron su apellido del lugar llamado Fenestrosa, perteneciente a la merindad burgalesa de Castrojeriz. En este sentido, es curioso que Leonor López de Córdoba   mandara   en   su   testamento   liquidar   los   bienes   que   aún conservaba en Castrojeriz. José Pellicer, historiador y genealogista del siglo XVII, afirma que, en 1221, Fernando III hizo merced de dicho lugar a Nuño Díaz de Haro, hijo de Diego López de Haro, señor de Vizcaya, en compensación por los servicios prestados. Pese a la falta de más noticias al respecto, ésta puede estar en el origen de la convicción  de los Henestrosa cuellaranos de ser descendientes de los Señores de Vizcaya y por lo tanto también de los Hinestrosa de Córdoba. Tal vez por esto tuvieron tendencia a repetir los nombres de sus antepasados cordobeses, Martín y Leonor son los ejemplos de esta afirmación.

Aquí queda reflejada esta noticia sobre la heráldica de los Henestrosa de la villa para que la tengan en cuenta, o no, los especialistas. Yo no lo soy. Tampoco de la genealogía. Es una materia que exige mucha dedicación y esfuerzo para obtener resultados que no siempre están garantizados, y menos si nos adentramos en la Edad Media. Resulta difícil de sintetizar y exponer de manera clara. Si la he abordado es porque el estudio del  manuscrito de Melchor Manuel de Rojas, sus Apuntaciones de la villa de Cuéllar, me ha llevado a ello.

En la segunda parte de este artículo jugamos con mayor ventaja. Los datos que nos aporta Martín López de Córdoba Henestrosa en su testamento son de fiabilidad. Al análisis de ese documento nos dedicaremos y será el cuerpo de la segunda parte de este artículo.

 

  • José Ramón Criado Miguel.
     
    NOTAS:
    1.- Con criterio subjetivo, usaremos Hinestrosa para referirnos a los miembros cordobeses de la familia y Henestrosa para los de Cuéllar.
    2.- Catalina de Lancáster había nacido en Bayona en junio de 1372, siendo, por tanto, diez años más joven que Leonor. Era hija de Juan de Gante, duque de Lancáster, y de Constanza de Castilla, hija de María de padilla y de Pedro I, madrina y compañera de infancia de Leonor López de Córdoba.
    3.- Leonor López de Córdoba  es la protagonista de  La valida, novela histórica de Vicenta María de Márquez de la Plata y Ferrándiz. (2009, Sevilla). En la red puede verse el documental Leonor López de Córdoba, de la serie Mujeres en la Historia. RTVE.
    4.- De su testamento se desprende que Dª Leonor López de Córdoba y Ruy Gutiérrez de Henestrosa (al que tampoco nombra explícitamente en su testamento), solo tuvieron tres hijos, uno de ellos, Gutierre, ya fallecido cuando otorgó su testamento, y los otros dos fueron Martín y Leonor. En ninguna parte de su testamento habla de Ruy López de Henestrosa, a quien la mayor parte de genealogistas hacen hijo de este matrimonio.(Real Academia de la Historia, M-53, folios 11v-119r) En sus Memorias cita también a su hijo mayor Juan, muerto durante la peste del año 1400 con doce años.
    5.- Crónica del rey D. Juan el II. Cáp. XXXVII. Fernán Pérez de Guzmán.
    6.- Se corresponde con C.D.C, nº 384. Cuéllar, 13 de diciembre de 1430.







     
    BIBLIOGRAFÍA:
    La iglesia de San Esteban de Cuéllar, Segovia. VV.AA. Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León.
    Colección Documental de Cuéllar (934-1492). B. Velasco, J. Montalvillo, M. Herrero, S. Pecharromán. Ayuntamiento de Cuéllar. 2010.
    Margarita Cabrera Sánchez.  El destino de la nobleza petrista: la familia del maestre Martín López de Córdoba. 2001.
    Melchor Manuel de Rojas. Copia del Cartulario del Hospital de la Magdalena. Manuscrito. Cuéllar,1763