LOS DESCENDIENTES DEL DOCTOR ORTÚN VELÁZQUEZ, MARIDO DE COSTANZA GARCÍA.
Deslindada la biografía del
Dr. Ortún Velázquez en la entrada anterior, pasemos a desarrollar la descendencia del que fue
corregidor de Sevilla, a partir del texto de Melchor Manuel de Rojas. Nuestro
historiador del siglo XVIII pone en entredicho la genealogía de los Velázquez,
construida por el cronista D. Josef Pellicer en el siglo XVII, sobre todo en lo
relativo a la del Doctor Ortún Velázquez, casado con Costanza García. Está
seguro de lo que dice porque Rojas tuvo el testamento de este Velázquez. Si lo
hubiera tenido Pellicer habría hallado
más luces y desengaño y sabría que los Cuéllar eran González igualmente, dice.
A partir del testamento del
Dr. Ortún Velázquez, construye su árbol genealógico, sobre todo en lo referente
a los que fueron sus hijos: Juan de Cuéllar, Pedro de Cuéllar, Ruy Sánchez,
Francisco Velázquez y otros que no
especifica (tal vez también una hija llamada Costanza, como su madre). Y de
nuevo Rojas nos deja a medias al no desarrollar por completo ese y otros
para haber sacado mayor
partido al testamento. Señalamos esto porque algún autor ha indicado que otro
de los hijos del Dr. Ortún Velázquez fue también Gutierre Velázquez de Cuéllar.
Posibilidad que toma fuerza de ser la correcta, habida cuenta de que las
genealogías más allá del propio Gutierre Velázquez quedan puestas en
entredicho. (9) Pero sobre todo porque en el testamento de Doña María de Toledo
(año 1507), viuda del Licenciado Juan Velázquez, cita por su testamentario a su
sobrino (sic) Juan Velázquez de Cuéllar, contador mayor de la reina, sin duda
el de Arévalo, hijo de Gutierre Velázquez. Este dato confirma la genealogía que
proponemos alternativa a la del cronista Pellicer. Se deduce que el Licenciado
Juan Velázquez, marido que había sido de María de Toledo, y Gutierre Velázquez
de Cuéllar, mayordomo de la reina viuda Isabel en Arévalo, fueron hermanos e
hijos del Dr. Ortún Velázquez, aunque Rojas omita a Gutierre al hablar del
testamento de este último.
En todo caso, el testamento
del Dr. Ortún Velasco usado por Rojas ofrece garantías al ser cotejado hoy con
otras fuentes. Coincide con citas de la Colección
Documental de Cuéllar y con los datos aportados por el Marqués de Mondéjar
(siempre para nosotros historiador fiable) en su Genealogía de la familia Segovia y otros manuscritos suyos en los
que se fundamenta Trassierra. (10)
En concreto, Juan de Cuéllar,
aún bachiller, aparece citado explícitamente como hijo del Doctor Ortún
Velázquez en la nueva toma de Cuéllar, como señor de ella, de Juan de Navarra,
en julio de 1439. (11) En el mismo documento aparece citado Pedro Velázquez,
nombrado alguacil, esto es, oficial de justicia del nuevo señor. ¿Se trata de
su hermano al que en Cuéllar nombran por el apellido de la familia y no como
Pedro de Cuéllar? No vamos a complicar más las cosas con esta posibilidad. Solo
la tendremos en cuenta. Lo cierto es que este documento, como decíamos, da
credibilidad a que Rojas manejó el testamento del Dr. Ortún Velázquez y que los
datos que extrae son fiables.
PEDRO DE CUÉLLAR. MUERTO EN
JAÉN LUCHANDO CON LOS NAZARÍES (1456).
Pudo llamarse Pedro Velázquez,
pero al salir de la villa para servir al rey Enrique IV, tal vez también antes
a Juan II, empezó a ser nombrado como Pedro de Cuéllar. Los servicios prestados
por su padre, el Dr. Ortún Velázquez de Cuéllar, le posicionaron bien para que
entrara al servicio de estos Trastámara. Estos reyes buscaron en la baja
nobleza y en los caballeros hijosdalgo gente más fiel y comprometida con su rey
que la díscola alta nobleza con excesivas aspiraciones de poder. Además, Pedro
de Cuéllar arriesgó asumiendo destinos en la entonces peligrosa frontera con
Granada, tal vez con aspiraciones de ascender en la escala social.
Trassierra le propone
erróneamente como padre de Cristóbal de Cuéllar, suegro del Adelantado Diego
Velázquez, conquistador de Cuba. Trataba este historiador de constatar una sola
familia en la villa con el apellido Cuéllar. Pero en estos siglos medievales
cualquier cuellarano, de la familia que fuere, podría tomar como apellido el
topónimo de su lugar de nacimiento, Cuéllar, dándose así origen a diferentes
ramas con dicho apellido. Por regla general, cuando pasaban a residir fuera de
la villa, como es el caso de Pedro de Cuéllar, que en principio pasaría a
residir en Segovia, en la órbita de la corte.
Pero Trassierra nos
proporciona otras informaciones valiosas, sobre Pedro de Cuéllar, obtenidas
en los archivos de Madrid: fue vasallo
del rey Enrique IV, por los años de 1450, a su servicio como corregidor en
ciudades de la frontera con Granada, en Murcia, Andújar y Jaén. Esto supone que
Pedro de Cuéllar tenía cierta formación jurídica, no exenta de su carácter de
militar como caballero de la frontera que fue. (11)
Había comenzado Enrique IV su
reinado en 1454 dispuesto a seguir las guerras de conquista de Granada, y
convocado cortes en Cuéllar para este fin. Aplicaría una estrategia, criticada,
de campañas de desgaste, evitando siempre la confrontación directa con el
ejército musulmán. En el verano de 1456, las crónicas dan testimonio de la
aparición en el cielo durante muchos días de un cometa (luego llamado Halley).
Fue interpretado como un mal augurio para el monarca. Solo lo fue, entre otros,
para Pedro de Cuéllar. Durante la campaña contra el reino nazarí de Granada, un
cuerpo de tropas, mandadas por Juan Manrique, Conde de Castañeda, sucumbió en
una celada en el puerto de Torres, en Jaén. Hubo 400 muertos y el propio conde
cayó prisionero. Mandaba las tropas de la ciudad de Jaén en esta emboscada su
corregidor, Pedro de Cuéllar, que no pudo evitar, por más que lo intentó, que
los 80 jinetes jiennenses abandonaran el campo de batalla, desertando. Él volvió
con Juan Manrique y allí se dio cuenta de su muerte. Las crónicas recogen este
hecho dedicando elogios al caballero de Cuéllar:
(…) E como los cavalleros de la gineta
de la çibdat de Jaén, de quien traya cargo un caballero de Segovia llamado
Pedro de Cuéllar, vieron los moros, volvieron luego a fuyr de tal manera que
Pedro de Cuéllar, su corregidor, no los pudo detener; e como él era buen
caballero e onbre fijodalgo, volvió con algunos pocos que con él quisieron
volver, e allí fue muerto, e algunos de los que con él volvieron. (12)
Esta pérdida supuso un duro
golpe para la mujer de Pedro de Cuéllar, Elvira Sánchez de Virués. Fruto del
matrimonio, habían tenido un hijo y seis hijas. De las hijas quedaban cuatro
solteras que tuvieron que encaminar su vida hacia el claustro. María Álvarez,
Inés Osorio y Beatriz Virués en las clarisas de Rapariegos (anomalías de los
apellidos por entonces, dice Trassierra, las tres lo llevan distinto y ninguna
el de su padre). Costanza Velázquez, nombrada como su abuela, eligió el
convento de Cuéllar. Tres documentos de la Colección
Documental de Cuéllar hacen referencia a este hecho y citan a sus padres. A
Pedro de Cuéllar difunto. En el año 1458, Costanza invierte 10.000 maravedíes,
que le había dado su madre por su herencia, en tierras en el hoy despoblado de
Muño Gómez y en Lovingos. Las mismas tierras que dona a la comunidad de monjas
de Santa Clara al hacer su ingreso en esta congregación de Cuéllar. (14)
Halló Trassierra también el
testamento de la viuda de Pedro de Cuéllar, Elvira Sánchez de Virués (año 1485
y codicilo de 1490). Ordenó que se la enterrara en San Francisco (de Cuéllar?)
en la capilla de su padre. Manda sus ropas a sus hijas y mejora a Jerónimo de
Virués, su hijo varón, el tercio de sus bienes. Cita también Trassierra otros
tres documentos referidos a la renuncia de su legítima que hicieron las hijas
aspirantes a entrar en el convento. En el primero de ellos, en Cuéllar a 7 de
marzo de 1457, renuncia doña Costanza, hija de Pedro de Cuéllar, determinada a
ser monja en Santa Clara, como hemos dicho. Llama la atención el elenco de los
testigos de este documento: el licenciado Juan Velázquez (su tío Juan de
Cuéllar), el bachiller Gutierre Velázquez y Sancho (Velázquez), su hermano. Sin
duda sus parientes de la familia Velázquez en Cuéllar, los hermanos de su
difunto marido, los más próximos y de confianza, llamados para ello.
***
Hemos hecho este ejercicio de
genealogías, aunque le haya resultado complicado al lector, porque creemos que
es este el método con que el historiador actual debe abordar estos árboles. Si
damos por buenas las genealogías de los historiadores barrocos, copiaremos sus
aciertos, pero también sus errores, y los tienen. Hoy tendríamos más medios
para corregirlos y enmendarlos. Puestos en duda hasta los árboles del mismo
Pellicer, no cabe sino hacer instantáneas
de lo que damos por seguro y después, en otro nivel, tratar de ensamblar
esas instantáneas.
La actitud crítica de Melchor
Manuel de Rojas respecto al cronista Pellicer está fundamentada. Tiene los
documentos necesarios para ello. Sus aportaciones nos han permitido recuperar
otro personaje para la historia de Cuéllar: Pedro Velázquez de Cuéllar o,
sencillamente, Pedro de Cuéllar, hijo del doctor Ortún Velázquez, cuya
prometedora carrera en la órbita de Enrique IV,
se vio truncada con su muerte en combate en la guerra de Granada en
1456.
En relación a las familias
cuellaranas, Pellicer fue el autor del Informe
de la familia Velázquez, que fue impreso en el año 1649. (15) Es este
informe al que Rojas critica por haber hallado en él algunas deficiencias
cometidas por su autor, por no haber tenido, dice, los instrumentos apropiados
en algunos casos (testamento del Dr. Ortún Velázquez).
9.- Colección
de documentos inéditos para la historia de España. Vol. 18. Madrid 1851. Pág.
474. Doña María Enríquez casó con
Gutierre Velázquez, Comendador de la Membrilla, hijo de Juan Velázquez,
contador mayor, y de Doña María de Velasco, y nieto del licenciado Gutierre
Velázquez de Cuéllar, que fue hijo del doctor Ortún Velázquez, corregidor de
Sevilla en tiempo del rey D. Juan Segundo.
10.- Los datos que aporta la obra del Marqués de Mondéjar son los
siguientes: Doña Ana Machuca, hija última
de Pedro Machuca de la Plata y de doña Juana Sánchez de Segovia, casó dos
veces. La primera con Gerónimo de Virués, hijo de Pedro de Cuéllar, vasallo del
rey, Corregidor de Murcia, de Andújar y Jaén, de cuya muerte haze memoria
Alonso de Palencia, en su crónica del rey Enrique IV, cap. 14; y de Doña Elvira
Sánchez de Virués, que vivió hasta el año 1485, en que hizo su testamento a
cinco de julio.
11.- Colección Documental de
Cuéllar. Nº 416. Pleito homenaje de la villa de Cuéllar a Juan de Navarra
como señor de nuevo de ella. 1439, julio 7.
12.- Gonzalo de la Torre Trassierra. Cuéllar.
Pág. 163. Provisión despachada, año de 1453, en que manda el rey Enrique IV a
Pedro de Cuéllar, su corregidor en Jaén y Murcia que haga pagar al Dr. Diego
González de Toledo, su oidor y contador mayor, ciertas rentas que tenía en los
dichos partidos. En 1455 el mismo rey manda a la ciudad de Andújar otra
provisión, para que admita por su corregidor a Pedro de Cuéllar, su vasallo.
Biblioteca Nacional. Manuscritos. Ms. D-162. (Signatura antigua). Consultó
otros manuscritos de esta biblioteca que corresponden al Marqués de Mondéjar.
13.- Crónica anónima, vol. II,
Pág. 60.
14.- Colección Documental de
Cuéllar. Nº 575, Nº 577 y Nº 578.
15.- Memorial de la Casa
y Servicios de Don Andrés Velázquez de Velasco, Caballero del Orden de
Santiago, Conde de Escalante i de Tahalu, señor del estado de Villavaquerin i
Sinova... En Madrid: [s.n.], 1649. [1], 26 h.
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