ALONSO RUIZ DE HERRERA: CAPTOR
DE JUAN BRAVO.
Otra de las familias de
abolengo en la villa de Cuéllar fue la de los Ruíz de Herrera. Tuvieron sus
casas principales en la calle de Segovia y, por lo tanto, eran de nacimiento
parroquianos de la iglesia de Santa María de la Cuesta. Sus blasones lucen en
sus casas y dicho escudo de armas de los Herrera se compone de dos calderas con
cabezas de serpientes en las asas y por orla once calderas más pequeñas. (7) Los Ruiz de Herrera fueron añadiendo otros
cuarteles con las armas de las familias con las que fueron emparentando y,
desde Alonso Ruiz de Herrera, la bandera que este ganó a un general francés en
la batalla de Noaín (1521).
La familia Herrera se preciaba
de su antigua hidalguía en la villa y desde la llegada a Cuéllar de los duques
de Alburquerque, sus oficios habían girado en torno a los señores de la villa
(algunos fueron corregidores de los llamados estados del duque, en Cuéllar y en
Ledesma, por ejemplo). No son nada críticos con ellos, como lo fueron otras
familias, y consideran a los duques miembros natos de la Cofradía de la Cruz.
Estas circunstancias nos hacen sospechar si no sería otra de las familias
llegadas a Cuéllar de la mano de D. Beltrán de la Cueva.
Aunque parroquianos de Santa
María de la Cuesta, como se ha señalado, sus entierros los tenían en el
convento de San Francisco (como los Velázquez, los Daza y los Rojas, en el lado
del evangelio). La capilla primera del lado de la epístola era la que
correspondía a los Ruíz de Herrera.
Fue Alonso Ruíz de Herrera el miembro más destacado de la saga familiar
en el siglo XVI, fundador del mayorazgo. Nació con este siglo (circa 1500-1579)
en la villa de Cuéllar y fue esencialmente un hombre de armas. Rojas le dedica
una importante entrada como tal (nº 52 de la clase sexta) y describe su hazaña
en la batalla de Noaín y, además, lo señala como el soldado que prendió a Juan
Bravo en la Batalla de Villalar. También sabemos ahora que en el año 1519
estaba ya emplazado y dispuesto a cruzar el océano camino de Cuba, para ponerse
a las órdenes de su paisano el adelantado Diego Velázquez de Cuéllar. Había
servido hasta entonces como soldado en la compañía de D. Diego de Castilla y
ganado méritos para esta merced que se le daba.
Pero los acontecimientos
políticos y militares que se produjeron inmediatamente después (Guerra de las
Comunidades) lo retendrían en la Península. Su participación en Villalar
aportada por Rojas, capturando en ella al capitán segoviano, podría ser
insuficiente para tenerla en consideración. Sin embargo, este dato es señalado también
en el informe de los méritos de D. Agustín Velázquez y Rojas, su biznieto
cubano, que, al citar a su antepasado, reitera que había tomado prisionero a
Juan Bravo, persona de cuenta del bando
contrario. Y este documento no lo conoció Melchor Manuel de Rojas. Es así
que no solo los miembros de la casa ducal de Alburquerque (Beltrán de la Cueva
II y su hermano D. Luis de la Cueva y Toledo) estuvieron del lado de Carlos V,
sino también los cuellaranos, como Alonso Ruiz de Herrera, que ya servían en
los ejércitos del rey y, presuntamente, los hidalgos de armas de Cuéllar que
acompañarían al duque en esta empresa, como el propio Marín López de Córdoba y
su hijo Beltrán. Con lo que podemos afirmar que toda la villa estuvo del lado
de Carlos V. En el ámbito segoviano solo se adhirieron al movimiento comunero
la capital con su tierra y Sepúlveda.
Estatua de Juan Bravo en Segovia. |
El mismo año de Villalar, Ruiz
de Herrera siguió en campaña con los ejércitos castellanos que subieron al
encuentro de los franceses que, aprovechando la coyuntura de guerra en
Castilla, invadieron Navarra. En el encuentro de Noaín, el cuellarano volvió a adelantarse y arrebató el estandarte del
general francés, André de Foix, Señor de Lasparre. Esta proeza tuvo su
recompensa para el de Cuéllar que ganó la merced de Carlos V, entre otras, de
añadir el estandarte del francés a su escudo de armas. Iglesias y el Marqués de
la Floresta dicen que el estandarte lo trajo a Cuéllar y lo depositó en la
capilla de su familia en el convento de San Francisco. Rojas que se conservaba en
Burgos, lo que significa que él no lo conoció en Cuéllar, y Antonio de Herrera
directamente ignora su paradero. (6)
Unos años después, Rojas sitúa
a Alonso Ruíz de Herrera en 1527 en Cuba como regidor nombrado por Narváez.
Recogemos la noticia porque nuestro historiador del siglo XVIII parece que usó
los papeles de esta familia en Cuéllar. Quien con seguridad pasó a Cuba fue su
tercer hijo Francisco Ruíz de Herrera,
con su mujer Ana del Corral y con su hijo Alonso, en el año 1564, según el
memorial de su descendiente D. Agustín Velázquez y Rojas. Parece que esta
familia se estableció en la isla, con seguridad el hijo, nombrado en Cuba Alonso Velázquez de Cuéllar, tal vez
reivindicando con ello su parentesco con el desaparecido adelantado de la isla.
6.- Ainhoa Iglesias Bayón
y Alfonso de Ceballos-Escalera Gila en El
estandarte de André de Foix, Señor de Lasparre, y las armerías del capitán
Alonso Ruiz de Herrera. Cuadernos de Ayala. Nº 31.
7.- Trassierra dice que en
el escudo de los Herrera había dos herraduras. Es posible que leyera en
algún documento herradas, término con el que en la comarca de Cuéllar se
nombran los recipientes de metal y con asas para sacar agua del pozo, por
ejemplo, o calderas.